La primera lectura elegida en el Club de Lectura de Zaratán, que como sabeís dirijo, ha sido "Cartas a las dos en punto". No fue una propuesta mia, aúnque alguien pudiera pensar lo contrario, sino que surgió de uno de los participantes, a la cual se sumaron el resto.
He de decir que se agolparon muchas sensaciones distintas, e incluso contradictrias, mientras duró la sesión en la que comentamos la obra, aproximadamente una hora. Por un lado, y casi desde el principio, aunque luego conseguí desinhibirme, una enorme vegüenza. Cada vez que se hablaba de la obra, y se comentaban aspectos de la misma muy cercanos a mi mismo, hay que pensar que la obra es muy intimista, en cierta medida me sentía violento. Pero conforme fue avanzando la sesión fuí olvidando ese pudor, y aparecieron otro tipo de sentimientos, como la satisfacción al poder apreciar con que atención la habían leído, y de que manera a cada uno de ellos les había llevado a disfrutar, aunque cada uno de una forma, de esa lectura, o inclus, o en algún caso, cierto orgullo por el reconocimiento que de la obra alguno de ellos hizo.
No obstante, la sensación mas contradictoria que tuve, surgió al apreciar como cada uno de ellos había hecho interpretaciones distintas, cosa que si no se tratara de tu obra no tendría mayor importancia, pero en este caso resultaba sorprendente que de determinados pasajes o aspectos del libro se hicieran interpretaciones tan alejadas de las que yo en su momento hacía cuando la escribía.